Habia visto venir este dia. Como aquel profeta que en sueños visualiza a los jinetes del apocalipsis ondeando sus guadañas preparados para sumergir el mundo en total caos. Habia sentido el frio tacto de la realidad rozarme la espalda en varias oportunidades, mas sin embargo le ignore mirando a otro lado.
Ahora esta aqui el dia, ese momento en el cual debo enterrar aquello que fui totalmente, levantar la bandera blanca y dejar este cuerpo inerte caer en la tierra, resignada, abatida, derrotada.
Luche desde el momento en que mis pulmones se llenaron de aire la primera vez. Me levante ante la adversidad mientras crecia. Cultive cicatrices de guerra con cada caida y me cree una armadura con ellas... Pero el motor de mi ahinco, lo que me daba aquel brio, siempre fue mi latente corazon. Siempre que sentia su palpito acelerado, sabia cuando debia moverme, cuando debia parar.
Pero ahora falta... el "boom, boom" ahora hueco, inexistente, solo me habla de la perdida y la desesperacion. Solo es el eco de un fantasma que trata fallidamente de resucitar, pero no hay quien pueda traerle a la vida, no habra un "levantate, Lazaro" esta vez, no hay un milagro a la vista en el horizonte.
Me despido el dia de hoy, en espiritu. Dejando en donde estuve parada una cruz sobre el sepulcro, donde yacen mis sueños rotos y abandonados. Hoy pesa sobre mi alma tu ausencia.
Te deseo en tu camino felicidad y prosperidad, te deseo un futuro lleno de todo aquello que deseas. Te deseo amor, te deseo dulzura y ternura.
Y sin embargo, me deseo a mi volver a tus brazos...
Te amo ahora, te amare mañana, y te amare luego de mi ultimo aliento.
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